Cazaste
un pájaro
las
plumas en la boca
y
el pájaro a los pies
dan
fe
de
tu corazón de bestia.
Ahora
hundís el morro
en su pecho
ponés
empeño y juventud
lo
desgajás
como
a una almohada
con
tus dientes de aguja
y
tu lengua rosada que después
me
lame.
Gata
zombie
peluche
sangriento
mascotita
en trance
te
espío por la ventana:
ciega
de instinto
estornudás
el
aire se llena de partículas
de
pájaro
y
volvés a aplicarte
como
un relojero
como
un orfebre,
por
turnos
masticás
tendones
tripas
finas, garras
músculos
delgados
como
pétalos,
mordés
la cabeza
la
arrancás del cuerpo
con
tenacidad
con
destreza,
te
tragás los ojos
que
quizás expulses
por
tus intestinos
y
das por concluida
la
faena. Te miro
lamiéndote
el morro
satisfecha
golosa
limpiando tus patas
como
un artista que lava
sus pinceles.
Solo
quedan a tu lado
las
alas, gata poeta
gata
maravilla:
dejaste
las alas
para
que se pudran en la tierra.
1 comentario:
Muy bueno el final. Hermoso golpe de efecto.
Saludos Li.
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