Mi gata últimamente sueña mucho.
Produce estertores, ruiditos, espasmos.
La cosa me llama tanto la atención que hago lo que suelo hacer en estos casos: voy a Google.
"La mayor parte de las veces los gatos sueñan con sus dueños" leo.
Después miro, sorprendida, a Cati.
Me busco a mí misma en el pozo de sus orejas.